Dios como esposo

Dios se compromete con nosotros: Nos hace suyos para siempre

En el Antiguo Testamento, Dios se comprometió con el pueblo de Israel, haciendo un pacto con ellos (los diez mandamientos). En el Nuevo Testamento, Dios se compromete con individuos que creen en Cristo por medio del segundo pacto (su sangre derramada en la cruz).

A. Jeremías 2:2-3 “Así dice el Señor: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu noviazgo, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. Santo eras al Señor, primicias de sus nuevos frutos…”

1. ¿Cuáles eran algunas de las características del compromiso del pueblo de Dios con él? ¿Por qué son también importantes para un buen matrimonio?

2. ¿Qué dice Jesús que es la manera de dar buen “fruto”? Juan 15 Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada.

B. Oseas 2:19-20 “Yo te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, compasión y misericordia. Yo te desposaré conmigo, y te seré fiel, y conocerás al Señor.” [“desposar” es “comprometerse para casarse”]

1. ¿Cuáles cosas promete Dios a Su pueblo al comprometerse con ellos?

2. Para ti, ¿qué quiere decir “conocer al Señor “? ¿Cómo se puede lograr? Ver también Juan 17:3 y 1:12-13

C. 2 Corintios 11:2-3 “el celo que siento por ustedes es un celo que viene de Dios. Yo los he desposado con un solo esposo, Cristo, y quiero presentarlos ante él puros como una virgen. Pero temo que, así como la serpiente engañó con su astucia a Eva, también ustedes se dejen engañar y que sus pensamientos sean desviados de la devoción pura y sincera a Cristo.”

1. ¿Qué implica que, como Iglesia, “nos desposamos” con Cristo?

2. ¿Cómo crees que llegamos a desposarnos con Jesucristo?

D. Examina los siguientes versículos y anota su enseñanza en cuanto a Dios como nuestro esposo:

Isaías 54:5

Isaías 62:5

Jeremías 3:14-15